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Lo que sí está en nuestra mano es protegernos del spam que recibimos a través del email de una manera sencilla y bastante eficiente. Aunque no es conocido y manejado por muchos, la mayoría de las cuentas de correo ofrecidas por los proveedores, ofrecen la posibilidad de redireccionarse, es decir, que una vez que nos llega un mensaje de correo electrónico podemos hacer que se reenvíe automáticamente a otra cuenta de correo. Simultáneamente, los buenos servicios de correo web, ofrecen la posibilidad de descargar los mensajes mediante Outlook Express u otro programa que soporte el protocolo POP (es decir, casi todos). Junto a esta posibilidad suelen tener otras herramientas bastante eficaces para la eliminación automática del spam y los virus. Hoy por hoy, es posible que el mejor servicio de este tipo sea el ofrecido por Yahoo.
Para protegerse del spam, por tanto sólo hay que hace esto:
1º.- Nos abrimos una cuenta en un servidor de correo web gratuito, por ejemplo en Yahoo (minuevacuenta@yahoo.com). 2º.- Redirigimos nuestra cuenta de correo (micorreopop@miservidor.com) hacia la cuenta de correo web 3º.- Configuramos nuestro lector de correo (por ejemplo, el Outlook Express) para que sólo lea el correo desde la cuenta de correo web (minuevacuenta@yahoo.com)
Así habremos conseguido librarnos de un plumazo del 90/95% de la basura que circula por la red.
No obstante, hay que tener un par de precauciones. Primero, si dejamos nuestro buzón original (micorreopop@miservidor.com) como tal, es posible que en poco tiempo se nos llene con todo el spam recibido y deje de redireccionar los mensajes. Por eso es importante utilizar una cuenta sólo redirigida. Segundo, si queremos enviar correo necesitaremos una segunda cuenta que sí envíe y reciba pero hay que ser muy cauto con ella y no dársela a nadie ni publicarla en foros y otros sitios web de acceso público porque si no, será finalmente objetivo del spam antes de que nos demos cuenta.

Mauricio Luque dirige Lexur, cuyo portal en español es Lukor.com